¡Ahhh, bue!

Es muy difícil (para una persona como yo, a la que no le llama la atención los DJ ni las pistas de baile) hablar del festival bue sin centrarse en básicamente dos actuaciones: Massive Attack y Rinôçérôse.

¿Qué se puede decir del primero que ya no sepan? Si no conocen esta banda, conózcanla, así pueden amarla u odiarla (no hay términos medios). Pero conózcanla bien, no se queden con la primera impresión, cada disco es un mundo nuevo y diferente. Con respecto a su actuación sólo puedo decir una palabra: imponente. Sólo pudo ser opacada por algunos problemas técnicos (Robert 3D Del Naja estuvo cantando la mitad de Resingson, el segundo tema presentado, sin que el micrófono estuviera conectado) y por algún que otro ("otra" para ser preciso) imbécil que no tiene nada mejor que hacer que ir a un recital para hablar con sus amigos por celular para contarles lo bien que la están pasando, al mejor estilo de una publicidad de telefonía. Sobre las cosas buenas (todo el resto) pueden leer una nota de Página12 con cuyo autor coincido prácticamente en todo lo que ha relatado.

Para definir la actuación de Rinôçérôse tengo también una palabra: sorprendente. Al menos para mí fue toda una revelación, porque poco conocía de esta banda francesa (de la cual había escuchado sólo uno días antes del evento). Realmente pocas veces vi una banda electrónica tan buena onda y con tanta potencia (¿será de ahí que sale lo del rinoceronte?). Una lástima que el público no haya estado a la altura de las circunstancias, respondiendo muy tibia e intermitentemente a la constante incitación a bailar y saltar de los performers. Instrumentalmente también fueron una bomba: guitarras al por mayor, un baterista que alternaba entre ésta y un set de percusión, un par de vientos exquisitos (en particular una flauta traversa) que por momentos le daban un aire muy St. Germain a la cosa; y, por supuesto, unas bandejas para terminar de encajar en el ambiente electrónico del lugar.

Aunque sin dudas estos fueron los 2 platos fuertes del evento, no fue lo único que valió la pena ver. Con idea de llegar para ver a Adicta, me topé por casualidad con Íntima, un trío interesante abocado a lo (recientemente me entero que) llaman Drum&Bass (nunca fui bueno para ponerle nombre a las cosas y menos para los géneros). Con ciertos aires revolucionarios (con samples de Fidel Castro y frases como "Estoy harto del estado de las cosas") y una energía para nada despreciable, lograron mantener mi atención hasta el final. Justamente después de ese final pude escuchar a Adicta quienes tuvieron una presentación impecable, sacando a relucir a su excéntrico y andrógeno cantante, de muy buena labor. A veces (sólo como para que sen den una idea) pienso a los Adicta como unos Babasónicos dance. Finalmente (en realidad entre Adicta y Rinôçérôse) pude ver a Entre Ríos, un hermoso trío con una voz privilegiada y unas melodías encantadoras que daba placer escuchar, aunque por momentos perdía un poco el rumbo y presentaban un sonido algo más experimental de lo que mi oído puede considerar agradable.